martes, 12 de noviembre de 2013

Aprendizaje Cooperativo en la educación superior



APRENDIZAJE COOPERATIVO A NIVEL SUPERIOR

La reforma educativa actual enfatiza los procedimientos, valores y actitudes que constituyen el currículo y la intervención educativa. Según éste lenguaje e impulso, el trabajo en grupo, la formación de equipos de aprendizaje, el desarrollo de actitudes de cooperación, etc,  constituyen una variable importante de formación básica en la Enseñanza Superior, de cara a una eficaz integración de los egresados en el ámbito laboral.

(Johnson y Jonson 1985, 1989) En este proceso de convergencia la actividad docente adquiere nuevos enfoques (tutorización y atención más personalizada del alumno, seguimiento y evaluación de las actividades no presenciales, coordinación entre docencia presencial y no presencial...), lo que supone implicaciones directas en la metodología docente (Zabalza, 2000; Mayor, 2003). Es por esto por lo que consideramos fundamental el conocimiento y utilización de otras técnicas o estratégicas metodológicas que aseguren el proceso de enseñanza-aprendizaje, en el que el alumno ha de ser el eje fundamental, en torno al cual gire el diseño de los currículos de cada plan de estudios.
El aprendizaje cooperativo hace referencia a un modo alternativo de organizar los procesos cognitivos que se han de provocar en un proceso de enseñanza aprendizaje tanto dentro como fuera del aula. Es decir, se trata con su implementación de superar determinadas “lagunas” generadas con la aplicación exclusiva de técnicas tradicionales de aprendizaje grupal, interesadas más por resultados que por rendimientos, responsabilidades grupales más que individuales, grupos homogéneos más que heterogéneos, líderes únicos en vez de liderazgos compartidos, etc.
Por el contrario, a través de los métodos y técnicas de aprendizaje cooperativo, se trata de lograr según (jhnson y jhonson)  

cinco elementos esenciales:
Ø  Interdependencia positiva: entre todos los integrantes del grupo, lo que les obliga a confiar unos en otros para conseguir el objetivo, ya que el éxito de cada cual depende del éxito de los demás.

Ø  Interacción cara a cara: Aunque habrá parte del trabajo que se realice de forma individual, la mayoría debe llevarse a cabo a partir de un trabajo de interacción.

Ø  Responsabilidad individual: El grupo deben rendir cuentas de su parte de trabajo (por tanto se deben incorporar la evaluación individual y colectiva).

Ø  Habilidades sociales y el procesamiento grupal: los estudiantes deben adoptar un doble compromiso con la tarea (aprendizajes) y con el trabajo del grupo (funcionar de manera efectiva en el grupo). Para ello se debe asumir diferentes roles en cuanto al liderazgo, la toma de decisiones, la comunicación y el manejo de conflictos.

Ø      Revisión periódica del proceso de grupo: Los miembros del grupo deben revisar periódicamente el cumplimiento de sus tareas, a partir de saber identificar los problemas del grupo y decidir los cambios pertinentes.

Ahora bien:    
1.- Las competencias del educador a través del aprendizaje cooperativo:
Uno de los aspectos que surge con la convergencia europea es la preocupación sobre cómo mejorar las competencias profesionales en los estudiantes universitarios. La enseñanza universitaria, para Zabalza (2003) precisa de competencias (conjunto de conocimientos y habilidades que los sujetos precisamos para desarrollar algún tipo de actividad). Estas competencias se clasifican en:

a) Competencias referidas a comportamientos profesionales y sociales: actuaciones ordinarias que los sujetos llevan a cabo en la empresa (actuaciones técnicas de gestión, toma de decisiones, trabajo compartido, etc.).

b) Competencias referidas a actitudes: relativas a cómo afrontar la relación con las personas (motivación personal, compromiso, trato con los demás, capacidad de adaptación, etc.).

c) Competencias referidas a capacidades creativas (búsqueda de soluciones).

d) Competencias éticas: capacidad para criticar su propia actividad profesional.

 Más recientemente, la Aneca (2005) señala las competencias personales que los estudiantes de magisterio deben adquirir, algunas de ellas relacionadas con el aprendizaje cooperativo:

• Trabajar en equipo disciplinar e interdisciplinar
• Trabajar en un contexto internacional
• Desarrollar habilidades en las relaciones interpersonales
• El reconocimiento de la diversidad multicultural
• El razonamiento crítico
• El compromiso ético

 La cooperación como una de esas competencias referidas a los comportamientos profesionales y sociales, no favorece poder trabajar juntos, unos con otros, para alcanzar objetivos comunes. Por tanto, en un aprendizaje cooperativo, los estudiantes buscarán obtener no sólo resultados beneficiosos para ellos mismos, sino para todos los demás miembros del grupo (Johnson, Johnson y Holubec, 1999).
A través del aprendizaje cooperativo podemos mejorar diferentes aspectos docentes ligados a las anteriores competencias educativas, como son:

a) En primer lugar, superar las tendencias individualistas y competitivas que caracterizan la actuación de los estudiantes. Así, Johnson y Johnson (1975) consideran que los alumnos cuando aprenden juntos tienen más posibilidades de resolver los problemas, ya que pueden compartir significados que les ayuda a aprender unos de otros. No obstante, este exige que los docentes adopten un estilo pedagógico más activo, como facilitador, a la hora de organizar y dinamizar sus clases.

b) En segundo lugar, el aprendizaje cooperativo ayuda a mejorar entre el profesorado y los estudiantes la comunicación, como parte de un proceso de participación activa y constructiva. El diálogo, como uno de los medios para desarrollar la comunicación entre el profesorado y el alumnado, permite sacar hacia fuera los conocimientos y las experiencias. Para Bain (2006), la comunicación sólo tiene éxito si estimula a los estudiantes a pensar.

A partir de la teoría de la comunicación de Habermas (1989), desarrollado en el ámbito educativo por Freire (1970), se destaca la actividad de comunicación e interacción con y entre los alumnos, permitiendo en clase construir y reestructurar nuevos conocimientos, como parte de un desarrollo cognitivo, social y emocional (componentes básicos para una educación integral). A través de ello, los estudiantes aprenden a: analizar, comparar, clasificar, interpretar, inferir, deducir, sintetizar, aplicar, valorar, etc., con medio para obtener un aprendizaje más comprensivo.

2.- La metodología del proceso de enseñanza aprendizaje cooperativo:

Un estudiante mejorará su comprensión, si aprende junto a otros que ya han asimilado los contenidos (desde un aprendizaje entre pares). Los estudiantes que comparten sus conocimientos con otros, aprenden más que aquellos otros que solamente escuchan explicaciones de los expertos (Slavin, 1989). El aprendizaje cooperativo permite poner en común los temas que cada uno conoce, aprendiendo a cuestionar los tópicos educativos.
 La distribución y agrupamiento inicial de los estudiantes en el aula, se hará al azar para luego modificarse periódicamente. Su finalidad es enriquecerse desde las aportaciones de todos, evitando que los grupos siempre estén formados por los mismos sujetos. Durante algunos momentos, para elaborar los informes, los estudiantes se agrupan porque se han habituado a trabajar juntos y, en otras ocasiones, tiene prioridad que los grupos sean diferentes por la riqueza que representa compartir conocimientos heterogéneos.

 Así por ejemplo para organizar los grupos de trabajo en las clases teóricas y prácticas, que se desarrollan en el aula, se les pedirá que escriban sus nombres y las temáticas sobre las que les gustaría aprender. Entre las tareas iniciales para desarrollar esas funciones colaborativas están las de:

• Escribir sobre los conocimientos previos que cada uno tiene del tema.
• Compartir esos conocimientos previos.
• Organizarse para buscar materiales escritos sobre las temáticas de estudio.
• Extraer la información más relevante de la misma.
• Contrastar y complementar dicha información.
• Identificar los problemas que se establecen en cada uno de los temas de estudio.
• Iniciar la resolución de esos problemas con la ayuda del profesor.  
Una vez que los grupos han encontrado, durante las clases, los materiales de aprendizaje, éstos deben diseñar actividades vinculadas con: el conocimiento del tema, la selección de las ideas más relevantes, las aplicaciones prácticas, la presentación al resto de compañeros de los informes finales del tema, etc., durante este proceso el profesor se desplaza facilitando el trabajo cooperativo.
Se finalizará la sesión con una puesta en común de todos, con el objetivo de compartir y contrastar lo elaborado en cada uno de los grupos.
 Sobre la organización del espacio y del tiempo, debemos tener presente las características del aula y la duración de las sesiones; por ello, para favorecer una mejor dinámica de los grupos en clase debemos disponer de un mobiliario y de un espacio que faciliten esos agrupamientos, así como un desarrollo de las sesiones (dos horas de duración) que permitan poner en práctica sin prisas las actividades previstas.
 La distribución de los estudiantes en el aula se hace desde sus necesidades y características (procurando favorecer la interacción entre los participantes).

Para desarrollar una metodología cooperativa también se precisa disponer de otros espacios complementarios en donde los estudiantes puedan agruparse: un seminario para las reuniones de tutoría, biblioteca y aulas informáticas para la búsqueda de información y de audiovisuales para la presentación de sus informes finales. Igualmente, es habitual el uso de pizarra que nos permita de forma rápida anotar y compartir los conocimientos del grupo.
 El profesor debe tener confianza en el papel autónomo y activo de los estudiantes. Para ello, debe dejar durante las actividades que cada grupo tenga su propia iniciativa, lo que favorece que se pueda realizar un seguimiento individual y grupal de los alumnos que más precisan de la ayuda del profesor.
No sería posible este proceso sino se parte de que el profesor asume el papel de facilitador de grupo.

a) Características del aprendizaje cooperativo:
• Los grupos no deben ser numerosos ya que se debe dar prioridad a los procesos de interacción.
• Se debe preparar a los estudiantes para que sepan actuar en grupos cooperativos (finalidades, metodología, qué se espera de ellos, etc.).
• Desarrollar habilidades básicas de interacción grupal (saber escuchar y respetar las opiniones ajenas, intentar los consensos, etc.).
• Resolver conflictos.
• Necesidad de planificar y controlar el tiempo de las tareas.
• Motivar a los alumnos para llevar a cabo dicha tarea.
• Hacer que los alumnos se habitúen a trabajar en grupos heterogéneos y que necesariamente no deben ser grupos de amigos.
• Utilizar materiales que faciliten el trabajo grupal.

 b) Ventajas del aprendizaje cooperativo:
según:  López Noguera 
A partir de la propuesta de López Noguera (2005), señalamos algunas de las ventajas del trabajo cooperativo:
• Se logra un mejor y mayor aprendizaje ya que se aúnan las capacidades, opiniones, ideas, conocimientos y experiencias de todos los del grupo.
• Cada alumno adquiere una perspectiva más heterogénea y diversa, ya que podrá conocer y comprobar la variedad de enfoques de todos los miembros del grupo.
• Se favorece la resolución de problemas a partir de las aportaciones de las alternativas y soluciones creativas de cada uno del grupo.
• Ayuda al desarrollo de las relaciones democráticas e interpersonales de autonomía, respeto, escucha, comunicación y responsabilidad.
• Reduce el nivel de ansiedad de algunos participantes, descargando en los más experimentados la toma de las decisiones más relevantes.
• Cada alumno aporta en razón a sus capacidades, debiendo todos asumir en algún momento de protagonismo en el grupo.
• El desarrollo grupal logra que los alumnos se sientan libres para participar más activamente en las tareas de aprendizaje.
• Algunos alumnos están más abiertos a lo que dice un compañero que a lo que transmite el propio docente.
• Aprendiendo con otros aprendemos de los ejemplos que nos proporciona al resolver las tareas.
• El grupo aporta información y conocimiento más completo, así ante un mismo problema aparecen puntos de vista diferentes.
• Para funcionar en grupo se han de distribuir tareas, papeles o responsabilidades.
• Para resolver la tarea es necesario interactuar.
• Potencia la participación, la co-responsabilidad y la aceptación de soluciones compartidas.

 c) Algunos inconvenientes en el aprendizaje cooperativo:
• El conformismo y la reducción de juicios críticos derivados de no ser excluidos al expresar ideas opuestas a la opinión generalizada del grupo.
• El control y la manipulación de los recursos por parte de unos pocos miembros del grupo.
• La reducción del esfuerzo individual.
• Aspectos relacionados negativamente con la toma de decisiones grupal como: la inhibición de algunos miembros del grupo, la difusión de responsabilidades, la polarización de las decisiones, etc.






















Trabajo cooperativo
Equipos: 3 alumnos (1 es el líder) cada uno entregara un resumen del tema, una conclusión personal.
Tema el aprendizaje cooperativo
¿Qué es el trabajo cooperativo?
¿Cómo se clasifican las competencias en el trabajo cooperativo? de su opinión personal
¿Cuáles son las competencias personales que los estudiantes de magisterio deben adquirir según la ANECA  relacionadas con el aprendizaje cooperativo?
¿Qué aspectos docentes se  pueden  mejorar a partir del aprendizaje cooperativo?
 Según tu criterio como aprendes más siendo escucha o compartiendo tus conocimientos con otros


Bibliografía


Las teorías aquí planteadas, ideas, pensamientos y comentarios son extracciones directas de las siguientes direcciones.
http://www.rieoei.org/expe/1723Fernandez.pdf  Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)



Aprendizaje Cooperativo

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